Apocalipsis
¡Por fin explicado! PARTE 3
EL ARTE DE SERVIR.
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Las señales de la venida de Cristo son paralelas a los siete sellos.
Una de las reglas básicas del estudio de la Biblia es dejar que la Biblia siempre se interprete a sí misma. Esto probablemente nunca fue más cierto que en el libro de Apocalipsis. Esto será hecho conforme progresemos a través de la apertura de los siete sellos.
Puesto que Juan ve muchos símbolos, necesitamos poder entender los eventos reales que ellos representan. De otra manera, no sabremos lo que está siendo descrito.
¿Cómo hacemos esto?
Marcos 4:10-12 y Mateo 13:10-15 tienen otra llave para entender cómo es que Cristo enseña. En ambos lugares, Él explicó que habló en parábolas a fin que Sus verdaderos siervos lo entendiesen — ¡pero los demás no! Lea cuidadosamente estos versículos: “Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de Él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados” (Marcos 4:10-12).
¡Note exactamente lo que Cristo dijo! Sólo Sus siervos podían entender Su verdadero significado. Otros podían pensar que lo entendían — ¡pero no pueden entenderlo!
Cristo nunca deja a Sus siervos en la oscuridad sobre los asuntos que Él quiere que entiendan. Pero Él los registra en maneras que los mantengan ocultos de la vista de todos los demás. Esto le ayudará a usted a ver porqué tan pocos entienden un libro que ha sido leído por tantos.
Ya hemos tocado el principio de que los “malvados” (injustos) no entienden los eventos al cierre de la era. Pero aquellos que tienen el Espíritu de Dios (Hechos 5:32; Juan 16:13) sí entenderán. Sólo a través del Espíritu de Dios que guía a aquellos que le están obedeciendo pueden entender la verdad. Reconocer y aceptar estos dos versículos es de vital importancia para cada lector de este folleto — y del libro de Apocalipsis. Todos los que no buscan obedecer a Dios, aunque puedan buscar sinceramente entender las muchas verdades de la profecía bíblica, están desperdiciando su tiempo.
Jesús explicó, en lenguaje simple y claro, los eventos claves de los últimos días que preceden y llevan al tiempo de Su segunda venida. Recuerde, los discípulos de Jesús le preguntaron en privado: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de Tu venida, y del fin del siglo [la era]?” (Mateo. 24:3; Lucas. 21:7).
Debemos examinar brevemente el capítulo crítico de Mateo 24 para más pistas vitales, que explican los símbolos que estudiaremos en Apocalipsis. Cristo dio una lista de seis eventos diferentes que han de suceder antes de Su segunda venida. Ellos son precisamente paralelos con los que leeremos comenzando con Apocalipsis 6.
Primero — falsos profetas y falsos cristos (verso. 5). Segundo — guerras (verso. 6) a lo largo de la era, culminando en el tiempo del fin con guerra mundial (verso. 7). Tercero — hambres (verso. 7). Cuarto — pestilencias (verso. 7). Es en este punto que Cristo inserta una referencia a la destrucción de Jerusalén, en el año 70 D.C., porque esto era un precursor, o tipo, del aún futuro asedio a Jerusalén y la final “batalla de Armagedón” (revise Mateo 24:17-28 con Lucas 17:30-37). Por consiguiente, Mateo 24:9-28 (también Lucas 21:12-24), se aplican al período del año 70 D.C., — pero sólo como un tipo precursor del tiempo del fin, ¡al cual se refiere su advertencia literalmente!
Quinto, en Mateo 24:21-22, Cristo explica que ocurre la Gran Tribulación. Sexto, son las señales celestiales (verso. 29) — cuando las estrellas caen y el sol y la luna son oscurecidos. La señal de la venida de Cristo (verso. 30) ocurre en ese mismo tiempo. Su venida real es inmediatamente después de esto.
Ahora examinaremos a Apocalipsis, capítulo por capítulo.
Capítulo 1: Cristo es el Revelador y el tema del libro.
Entender quién es el verdadero autor de Apocalipsis — y entender el tema críticamente importante, la parte central del libro, es vital. Sin estas llaves, muchos se han empantanado en sus argumentos acerca de si el “Día del Señor” (verso. 10) es una referencia al domingo — o si Juan, en vez de Cristo, es el autor del libro.
¿Por qué casi todos se refieren a este libro como “La revelación de San Juan”? En ninguna parte se refiere a Juan como divino o el Revelador.
Note: “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de Su ángel a Su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto” (verso. 1-2).
¿Notó usted que el libro de Apocalipsis contiene las palabras de Jesucristo, como el Revelador y no las palabras de Juan? Juan fue simplemente un escriba — un secretario tomando dictado.
Cualquiera que examine cuidadosamente este versículo verá claramente que la Revelación se originó con Dios (el Padre), quien se la dio a Cristo. Cristo envió y relató la revelación a través de Su ángel, quien después se la dio a Juan: “que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto” (verso. 2). Juan simplemente registró estos eventos, preservándolos para los siervos de Jesucristo — Su Iglesia del tiempo del fin.
Tan pronto como el libro fue copiado y canonizado (cerca del año 100 D.C.), los fundadores de la iglesia universal en desarrollo en Roma negaron su origen. La muy facultada y famosa 11ª edición de La Enciclopedia Británica dice: “En vez de esto [Apocalipsis. 1:1] la Iglesia sustituyó el nombre del discípulo a través de quien fue entregado el mensaje por el de su Maestro, y designó nuestro Apocalipsis como ‘El Apocalipsis de Juan. Este título era familiar antes del fin del segundo siglo” (volumen. 23, pajina. 212).
Si las mejores mentes del mundo no pueden siquiera discernir el título correcto del libro — y su Autor — ¿cómo podrían discernir su mensaje?
Cristo usó a Juan para “dar testimonio de” (verso. 2) — escribir — lo que Él estaba revelando. En pocas palabras, Juan escribió tres cosas: (1) La palabra de Dios, (2) el testimonio directo (las palabras) de Cristo, y (3) lo que él vio en visión.
Con este antecedente, usted entiende ahora la introducción del libro.
Nos vemos en el siguiente vídeo.
parte 4
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