Apocalipsis
¡Por fin explicado! PARTE 15.
EL ARTE DE SERVIR.
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Capítulo 15: Las siete últimas plagas introducidas.
Hemos alcanzado ahora la última parte del séptimo sello — que es la séptima trompeta, el tercer, hay, o las últimas siete plagas, (verso. 1). ¡Todos estos cuatro términos representan exactamente la misma cosa! Como hemos visto, ellos son sinónimos. Examinemos ahora lo que ellos significan.
Recuerde del capítulo 11 (versos. 15-19) que el sonido de la séptima trompeta representa el momento cuando Cristo regresa a establecer Su reino. ¡El tiempo es que la ira de Dios ha llegado!
He aquí está lo que Juan escribió: “Y se airaron las naciones, y Tu íra ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a Tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen Tu nombre, a los pequeños y a los grandes, [la primera resurrección], y de destruir a los que destruyen la tierra” (vs. 18).
Juan registra que las naciones “estaban airadas”. ¡Pero Dios también lo está! Note que dice: “Tu íra ha venido”. ¡Mantenga esto claro! La última parte del séptimo sello, la séptima trompeta, el tercer ay, las siete últimas plagas — las copas — son todos uno y el mismo evento — ¡LA IRA DE DIOS! ¡Es este tiempo que finalmente habrá venido a todos los habitantes que sobrevivan en la tierra!
Note: “Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios” (15:1).
Antes de que esto ocurra, los versículos 2 y 3 muestran que los santos resucitados cantan alabanzas a Dios. La ira de Dios está a punto de completarse. Si algo está “consumado”, ya no hay lugar para algo más. Esto representa la suma final del castigo de Dios.
Capítulo 16: Las siete últimas plagas (copas) son derramadas
El capítulo 16 describe estas plagas (llamadas copas aquí — versos. 2-4, 8, 10, 12, 17). ¡Ellas reflejan el juicio final de Dios contra el sistema falso, llamado “Babilonia la Grande” (17:5; 18:2, 8, 10)!
La primera copa es derramada sobre la tierra: “…y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen” (Apocalipsis. 16:2). Estos individuos pertenecen al gran sistema falso de iglesia–estado.
La segunda plaga es similar a la que sufrieron los egipcios justo antes del éxodo (Éxodo. 7:14-25). “El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y este se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser vivo que había en el mar” (Apocalipsis. 16:3).
Lea usted mismo las siguientes tres plagas. Los ríos y las fuentes se convertirán en sangre; el sol se hará tan caliente que quemará a los hombres con fuego. Las tinieblas y el dolor se volverán insoportables. Ahora note el versículo 11. Después de todas esas plagas de Dios, los hombres aún “…blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras”.
Esta última generación es tan vil, corrupta y desdeñosa, que Dios los sujetará al peor castigo posible — ¡y aún así, ellos no entenderán — ni se arrepentirán!
Cristo comparó estos días con el tiempo de Noé: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca” (Mateo. 24:37-38).
¿Cómo vio Dios aquel tiempo? “Y vio el Eterno que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis. 6:5). ¡Estamos entrando de nuevo a ese tiempo!.
La importante sexta plaga.
La sexta de estas últimas plagas establece el escenario para la batalla final para resistir a Cristo en Su regreso. Fuerzas de maldad espiritual son liberadas para forzar la destrucción y devastación de los habitantes de la tierra.
Note cómo a estas fuerzas se les permite reunirse: “El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de este se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente” (Apocalipsis. 16:12).
El río Éufrates comienza en Turquía y fluye hacia el sur a través de Siria e Irak, alcanzando finalmente al Golfo Pérsico. Dios hará que este río se seque, permitiendo que los “reyes del Oriente”, (guiando al ejército de 200 millones de hombres), crucen fácilmente hacia la Tierra Santa. Esto es sólo un preludio — la colocación del escenario — de eventos aún más significativos por venir.
El versículo 13, continúa: “Y vi salir de la boca del dragón [el diablo, Apocalipsis. 12:9, y de la boca de la bestia, el gobernante civil del tiempo del fin, influenciado por el diablo, y de la boca del falso profeta, [el líder religioso asociado con el gobernante del tiempo del fin], tres espíritus inmundos en forma de ranas”. En Apocalipsis 17:5, a este sistema se le llama “Babilonia la Grande”.
El versículo 14 dice: “…pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”. Estos “espíritus de demonios” son ángeles caídos que siguieron a Lucifer (ahora Satanás) en su insurrección contra el Creador, (Isaias. 14:12-14; Ezequiel. 28:12-17; Apocalipsis. 12:4).
¡Note! Este líder será acompañado por un carismático líder religioso, quien ejecutará milagros con el poder del diablo, (Apocañpsis. 19:20; 13:11-14). Cuando los pueblos de la tierra presencien estos milagros, serán engañados a pensar que este sistema falso es de Dios, ¡y que pueden pelear exitosamente contra lo que percibirán como invasores sobrenaturales! Estos dos hombres sin duda estarán poseídos por demonios, (16:13), o por el diablo mismo, llevando a este sistema religioso-político-militar hacia la batalla final.
nos vemos en el siguiente video.
parte 16.
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