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martes, 7 de octubre de 2014

Apocalipsis :Un gran terremoto.


Apocalipsis
¡Por fin explicado!  PARTE  10.
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Un gran terremoto.
Note que el versículo 12 habla de un “gran terremoto”. Este terremoto ocurre después del quinto sello, tras la apertura del sexto sello. El tiempo terrible del quinto sello involucra la invasión militar y el cautiverio de los pueblos de las naciones modernas (que sólo son tribus que han crecido) de Israel. Este incluye los dos años y medio de sufrimiento y tribulación sin paralelo — sin comparación en la historia. ¡Esto viene en esta generación — pronto!
Por su propio tiempo y contexto, este terremoto proclama el fin de la tribulación y el inicio de las señales que aparecen en los cielos.
Apocalipsis 6:12 dice: “Miré cuando él abrió el sexto sello, y he aquí fue hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre”.
Este evento también fue cubierto en Mateo 24:29. Vuelva a leerlo: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas”.
Lucas 21:25-26 describe este mismo evento: “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas, tsunamis,  desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas”.
Este terremoto será tan terrible que “cada monte” y “cada isla” será sacudido y cambiado de posición (Apocalipsis. 6:14).
Recuerde, ¡este es el tiempo de la gran ira de Dios! Este terremoto será mundial en su alcance. Pero la topografía de toda la tierra no necesariamente será cambiada por un terremoto final. Este proceso parece tener lugar en etapas. Dios lo hará suceder de tal manera que preserve la vida en la tierra, con cada uno de los cinco terremotos finales contribuyendo en algún aspecto de la transformación.
Si sólo un terremoto catastrófico hiciese esto, ello podría amenazar a toda la vida sobre la tierra. Aún así, sólo una décima parte de la humanidad sobrevivirá hasta el milenio. Otra vez, este terremoto anuncia el sexto sello — las Señales Celestiales.
Note la descripción de Isaías de este tiempo: “Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase, y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable del Eterno, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra (2:20-21). Esto es comparable a Apocalipsis 6:15-16.
Todo Apocalipsis 6:14-17 muestra que esta señal representa a los cielos enrollándose juntos como un rollo. Este tiempo será tan terrible que Juan registra a las personas aterrorizadas, escondiéndose en cavernas y rocas y clamando la muerte. El versículo 17 pregunta: “… ¿y quién podrá sostenerse en pie?” ¡Las masas temen enfrentarse a la Ira completa del Único a quien han desobedecido!
Tres eventos mundiales
¡Entienda! ¡La Tribulación y el Día del Señor no son sinónimos! Éstos son eventos diferentes, completamente separados. Las Señales Celestiales vienen en medio de la Tribulación, que precede, y el Día del Señor, que los sigue. (Aunque sólo Mateo 24:21, 29 y Apocalipsis 7:14 usan el término “Gran Tribulación”, al menos treinta escrituras hablan de ella.)
Los líderes religiosos de este mundo están en ignorancia casi completa de cómo vendrán estos tres grandes eventos que sacudirán la tierra — en qué orden aparecen. La mayoría cree que éstos son sinónimos. ¡No lo son!

La tribulación viene primero. “Inmediatamente después de la tribulación”, (registró Cristo), vienen las Señales Celestiales. Éstas introducen el Día del Señor,  (la Ira de Dios), el cual es un período separado de eventos. Hemos visto cómo Joel, Sofonías y Mateo han explicado lo que Cristo le reveló en visión a Juan en la Revelación. Para ahora, estos grandes eventos deberían ser claros.
Cristo también les enseñó a Sus discípulos: “…en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres…” (Marcos. 7:7-8). Hay muchos puntos de vista “tradicionales”, pero incorrectos, de la profecía.
Más y más personas están escribiendo acerca de profecías de las cuales nada saben. Ellos ignoran lo que Dios dice, a fin de promover teorías vacías consagradas por el tiempo — o aun ideas más nuevas y más exageradas. Recién acabo de revisar un artículo en una revista nacional sobre mucho que ha sido cubierto hasta el momento en este folleto. Éste demuestra una ignorancia espantosa aun de los hechos más básicos de las escrituras pertenecientes a las profecías del tiempo del fin. No obstante, el artículo muestra que casi tres de cada cinco americanos, (veintenas de millones), creen que la mezclada confusión de ideas a la que hace referencia Apocalipsis pronto se hará realidad, pero sólo de alguna manera inexplicable y misteriosa. Millones de otros cristianos profesos, sin duda porque ya sea que no les importa o están confundidos, ¡rechazan cualquier cosa que tenga que ver con la profecía! De cualquier manera, las personas permanecen ignorantes.
La mayoría de las personas creen que la Tribulación, las Señales Celestiales y el Día del Señor son idénticos — que son uno y lo mismo. Nadie que no pueda distinguir entre estos eventos separados tiene esperanza alguna de entender lo que Dios ha profetizado.

He aquí una distinción importante: El Día del Señor refleja la Ira de Dios. La Tribulación es en realidad la ira de Satanás el diablo. Este ángel caído sabe bien que le queda poco tiempo para permanecer como el dios de este mundo (segunda de Corintios. 4:4), engañando a las naciones, (Apocalipsis. 12:9). Su tiempo casi se ha terminado.
La Tribulación es también la persecución final de Satanás y el martirio de muchos de los verdaderos siervos de Dios que están en una condición tibia. Si ellos permanecen cerca de Dios, Satanás no puede engañarlos y por eso está furioso.
Si usted busca a Dios, no necesita preocuparse acerca de los eventos que pronto van a golpear a todas las naciones. Tome un momento para leer Lucas 21:36. Ésta es una promesa tranquilizadora de parte de Cristo que le exige a usted,  “velad y orand, que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas… y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”. Lea después la sobria descripción de Cristo los versículos previos de cómo esos eventos golpearán “como un lazo” a un mundo completamente desprevenido.
¡La meta de un cristiano es estar en pie delante de Cristo a Su retorno y gobernar con Él cuando el reino de Dios sea establecido!
nos vemos en el siguiente video.
 parte 11

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